Mi querida Pupi:
Te escribo ahora que ya no estás solo para decirte que has
sido la mejor gata que he tenido nunca, llevabas mucho tiempo en la familia
casi se hace imposible no despertarme saludar a todos los animales y ya no
encontrarte entre ellos. Te echare de menos mi pequeña pantera, sé que no he
sido el mejor que te haya cuidado y que te hecho muchas trastadas.
Quiero pedirte perdón por eso, pero sé que ya no se sirve de
nada tendría que haberte cuidado mejor. A mí lo eso que los gatos negros dan
mala suerte es una mentira, porque no le puedes echar las culpas por las cosas
malas que te pasan a un animal.
Estaba tan acostumbrado a verte todos los días y ya no te
veo. Tu muerte me dio mucha pena y mis lágrimas
se asoman cada vez que me acuerdo. Supongo que alguien leerá esto y me dará sus
condolencias pero eso no sirve de nada pero se agradece la intención de ello.
Ahora tendre que vivir aguantando al chucho y a las otras gatas. A los pocos días de este hecho me paso algo
curioso, sacando al chucho me encontré a un gato negro de ojos verdes como tú y
no creo en esas cosas sobrenaturales pero me hizo sonreír.
Te echo de menos
Con todo mi cariño
Ebe
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